El escalofriante caso de una joven de apariencia insignificante que se transformó en un ser de poderes anormales, sembrando el terror en la ciudad. Con pulso mágico para mantener la tensión a lo largo de todo el libro, Stephen King narra la atormentada adolescencia de Carrie, y nos envuelve en una atmósfera sobrecogedora cuando la muchacha realiza una serie de descubrimientos hasta llegar al terrible momento de la venganza.
A Carrie la han llevado al cine con un inmenso éxito de público y crítica.
Mi opinión sobre Carrie
Hablar de Carrie es algo singularmente complicado. Empezando porque es el primer y legendario libro de Stephen King, su aura está distorsionada por las famosas películas de terror que prácticamente todos tenemos en mente. Por suerte, aunque sea difícil de creer, yo no he visto ninguna de las dos versiones, así que por este lado la reseña será bastante más imparcial.
Como ya todos sabremos, Carrie es una de la obras fetiche de Stephen King. Este libro fue el primero que publicó este autor consagrado de novelas de terror y misterio. Fue allá por 1974 cuando esta obra salió a la luz, animado por su mujer Tabitha, con la que contrajo matrimonio unos años antes de esa edición. Esta novela no fue más que el principio de una meteórica y fructífera carrera de escritor. Curiosamente, para muchos King es considerado un autor de novela muy comercial por lo prolífico que resulta tras los años. El caso es que, desde ese año 1974, continuó con El misterio de Salem’s Lot al siguiente año, y desde entonces no paró de sacar libros, con al menos una novela o dos por año.
Como te decía, este libro es su primera obra completa publicada a principios de los años 70. Sin duda, es un buen comiendo para la meteórica carrera de King. Pero por otro lado, personalmente no es una de las obras que más me haya apasionado del autor. Carrie es una gran demostración de su buen hacer ambientando y dando vida a personajes, pero en un resumen corto, a mí el hilo conductor se me ha hecho bastante escaso en lo que esperaba que fuera una historia más completa. La ambientación de la época sin duda me gusta. Todo sucede a finales de los años 60. Ese ambiente de adolescencia americana me atrae bastante, influenciado por las películas de cuando era un crío. Pero siento que a la historia le ha faltado realmente más recorrido.
Siempre he considerado a King un gran elaborador de perfiles y de sociedades en sus novelas. Sus clásicos se desarrollan en un contexto de los años setenteros que mola mucho. Los personajes son estupendos y los temas que rodean a dichos protagonistas o secundarios son de rabiosa actualidad en su época. Es lo que más encanto le veo a sus novelas.
En Carrie, por ejemplo, la madre de la protagonista es una acérrima y desquiciada religiosa católica que culpa de todo lo malo en el mundo a un descarrío en la fe por parte de los autores de ese “mal”. Carrie, su pobre hijita, no es una excepción. Cualquier cosa rara de la pobre chica, ya sea buena o mala, es una perversión por culpa del diablo que habita en ella, y sólo con arrepentimiento y oración podrá ser subsanado. Esta locura religiosa no dista mucho de lo que hace algunos años hemos podido conocer cuando la religión católica era más cosas de viejas, que seguían los caminos de la Biblia a rajatabla, por supuesto según sus interpretaciones subjetivas. Este tipo de atmósferas son las que dan vida a los personajes y crean un entorno propicio para la historia. Eso precisamente es lo que más me gusta personalmente de King.
El problema es que en Carrie, el resto de la historia me flojea un poco en contenido. Cuando acabé el libro y miré para atrás, tenía la sensación de que realmente habían pasado pocas cosas. Apenas recordaba unas cuantas escenas donde al final se precipitan todos los acontecimientos, sin crecimiento alguno de los personajes ni avances en la narración. Es como estar ante un relato corto engordado hasta la saciedad con la ambientación y las descripciones de los personajes.
Por supuesto, de este libro me quedo con muchas cosas positivas. El tema del bulling es extremadamente evidente, y es algo que llega hasta nuestros días, tristemente agravado en vez de reducido tras el paso del tiempo. El fanatismo de su madre y la religión desmesurada es una pieza fundamental de la vida de la pobre protagonista. Sin duda, el miedo a lo desconocido de la madre, a lo que no entiende y que enmascara tras las escrituras, es un caldo de cultivo para el desencadenante de la novela. La venganza, celos y odio son muy intensos, desatando todos los acontecimientos. No se puede reprochar nada a King respecto a toda esa mezcla de sentimientos en este libro. Por supuesto, la novela entretiene enormemente, a excepción de la parte final, que para mi gusto ha sido algo excesiva y desorganizada.
Ya simplemente me queda por ver las dos versiones hasta ahora sacadas en el cine para ver si le hacen honor y aportan algún adicional. El séptimo arte a veces sorprende, ¿no?
Guillermo Solís dice
Tampoco es mi obra favorita de Stephen King, pero creo que es sin duda una de las mejores de su género. Muy buena la reseña!
Vicente dice
¡Hola Guillermo!
Una de las cosas importantes en cada novela es el contexto en el que fue creada. Gran peso de este contexto es la época, y sin duda en su momento fue una auténtica bomba. Quizá personalmente no la veo como una gran obra es precisamente porque ya tenemos mucho más visto en el mundo del terror, y por supuesto, conocemos mucho más de King. A mí, sobre todo, no me gusta el estilo de narración del final, y es la parte que menos me convence.
Por lo demás, la desbordante imaginación de King, sobre todo para esos tiempos, es indiscutible.
Gracias por comentar 🙂