¿Qué amenaza se cierne sobre los habitantes de la urbanización Century Europa?
Lauren Marsh sale a correr, como cada mañana, y cae en un socavón mal señalizado en las obras de reforma de la urbanización Century Europa donde vive. Afortunadamente, la mujer no sufre heridas mortales, pero Cédric, el inspector de seguros encargado de la investigación, descubre indicios de que el accidente no ha sido fortuito. A partir de ese momento, se verán envueltos en una trama de misterio donde nada es lo que parece: sucesos sangrientos, vecinos que guardan secretos y una verdad oculta de la que es imposible salir indemne. Los accidentes en Century Europa no han hecho más que empezar…
El accidente de Lauren Marsh, la primera novela del director de cine y guionista Guillem Morales, es una reflexión sobre la soledad, la culpa y el aislamiento en una gran ciudad, con la forma de un original y demoledor thriller de ritmo absorbente, trama retorcida y un final sorprendente incluso para los lectores más avezados.
Mi opinión de El accidente de Lauren Marsh
Bienvenido/a seas a esta nueva reseña de La Vena Misteriosa. Esta vez el libro que tenemos entre manos es El accidente de Lauren Marsh, la primera novela de Guillem Morales, director y guionista que acaba de rebasar el ámbito del cine para embarcarse en el mundo de la literatura. Desde luego, para ser un comienzo, es bastante prometedor. En esta primera incursión nos pone a nuestro alcance una novela negra de suspense, un thriller pero con unas connotaciones que la sacan de lo habitual.
El autor, como decía, ha destacado anteriormente en su faceta como director y guionista cinematográfico. Guillem nació en Barcelona hace ya unos añitos, por allí por 1975. Entre sus obras más conocidas en la pantalla grande está El habitante incierto y la más conocida Los ojos de Julia, donde Belén Rueda actúa como protagonista. Ambas cintas son thrillers de suspense en las que el autor crea una inquietante atmósfera de tensión. Este es un género que evidentemente le gusta y, como no podía ser de otra forma, este primer libro sigue la misma estela.
Con este El accidente de Lauren Marsh, Guillem nos narra una historia ambientada en una urbanización de clase media como podrías encontrar en cualquier ciudad. Un simple accidente de una de sus vecinas llevará a Cédric, el protagonista principal y perito de la aseguradora, a investigar las particularidades del incidente para dar parte al seguro. Sincero, de principios férreos y comprometido con su trabajo, Cédric tratará de no dejar flecos sueltos y esclarecer el motivo del mismo. Es aquí donde poco a poco irá tirando de los hilos sueltos que no encajan para descubrir una extraña maraña de acontecimientos que aparentemente eran inconexos y desperdigados, para buscar el patrón que los marca.
Lo primero que notaremos al empezar a leer El accidente de Lauren Marsh es precisamente esta visión de director de cine. Desde el primer capítulo la narración del autor es muy visual. Las frases son rápidas y concisas, colocando al lector exactamente en el punto donde quiere que estemos viendo la escena. Cada palabra crea la tensión necesaria en nuestra imaginación hasta que la acción acaba y casi podemos ver como se funde en negro para continuar con la siguiente.
Para mi gusto, es algo bueno. Este tipo de narración le otorga agilidad, con esas frases cortas y justas descripciones que te meten en escena y te centran visualmente en lo que está pasando. Por ello se hace fácil de leer. Te atrapa desde el principio sin dejar opción a que llegue el aburrimiento.
Como decía, la novela es un thriller especial. Los protagonistas no son policías, ni detectives. No son tampoco periodistas investigando ni nadie por el estilo. Es una novela de gente normal que no trata de ser un héroe ni resolver un crimen. En esta historia el protagonista no es más que alguien que tratará de denunciar sus propias sospechas de un simple accidente ante los agentes de la ley. Y en su trasfondo veremos como trata la soledad incluso en una gran urbe. El aislamiento de los personajes flota en el aire de un lugar que parece idílico, pero que sin embargo se ve decadente y deshumanizado. Y rebuscando más, la historia te habla de la culpa y la auto expiación de esta ante sucesos trágicos en los que uno se siente totalmente responsable.
El barrio donde se desarrolla toda la historia está totalmente deslocalizado. El autor simplemente nos ubica en una urbanización de una clase social que bien podría estar en cualquier país similar al nuestro en cualquier parte del mundo. Es un contexto extraordinario para hacernos sentir identificados con uno de sus vecinos. Tú podrías ser la propia Laura Marsh. Podrías ser el mismo Céndric o incluso tener de vecinos a cualquiera de los otros personajes de la novela. Así pues, empatizar con ellos es muy sencillo.
En la novela Guillem crea una serie de personajes dispares dentro de una urbe anodina e insulsa. Bien creados con un trasfondo marcado para cada uno, su forma de actuar está perfectamente definida. En algún punto parece que dicha actuación está fuera de lugar, pero muy posiblemente a medida que descubras el desenlace de la novela, podrás observar que dichas actitudes coinciden plenamente con las motivaciones de cada personaje.
La longitud del libro es perfecta para mi gusto. Ni mucho ni poco. No se hace pesado, aunque tienes las páginas suficientes para hacer pasar de una mera y rutinaria investigación de perito de aseguradora al descubrimiento de una trama global de extraños accidentes en un lugar totalmente normal y habitual.
La narración contiene muchos diálogos, dando un ritmo ágil. No paramos en toda la novela de avanzar en el descubrimiento página tras página de los acontecimientos. Poco a poco las pistas van abriendo un abanico de posibilidades hasta el descubrimiento final, que se va asomando al lector por sí solo.
Sin embargo, a la novela le echo en falta ese golpe que te apasione. No nos engañemos, la historia es tremendamente original, tanto en el desarrollo como en el final. No se trata del habitual thriller de crímenes, ni usa la sensación de agobio ante un asesino en busca de nueva víctima. Sin embargo, al finalizarlo, no tienes la sensación de un “woah!” cuando terminas de leerlo. Aunque lo dicho, en ningún momento sentirás aburrimiento. Seguramente, en muy pocas sesiones acabarás de leer un libro que te habrá entretenido y lo habrás podido disfrutar desde el principio hasta el final.
Para finalizar, puedo decir que la edición de Plaza & Janés es muy correcta, con una portada llamativa cuyo título aparece en relieve y solapas con la biografía del autor. La ilustración la ha realizado Riki Blanco, autor habitual tanto de otras portadas de libros como carteles de obras de teatro y festivales.
Si la lees, me gustaría conocer tu opinión. ¡Déjame tus comentarios sobre este prometedor autor!
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