El viejo Mocki, de anatomía básica en “El superviviente”. Que razón tenía.
Recuerdo lo que Mockridge decía en Anatomía básica, el viejo Mocki, le llamábamos: más tarde o más temprano, la pregunta surge siempre en la carrera de un médico. ¿Hasta qué punto puede un paciente soportar un shock traumático? Y entonces, señalaba con el puntero el dibujo del cuerpo humano, el hígado, los riñones, el bazo, los intestinos. Básicamente, caballeros, decía, la contestación esencial es otra pregunta: ¿Hasta qué punto el paciente quiere sobrevivir?
Reseña de El superviviente
El Superviviente es un relato corto del genio del suspense Stephen King. El cuento, amparado bajo una antología de cuatro relatos llamada La expedición, es una tétrica historia que nos pondrá la piel de gallina. En la narración nos cuenta como un cirujano llamado Richard Pine, tras naufragar su barco, acaba en una isla desierta, pequeña y deshabitada. El islote está perdido de la manos de dios, sin vegetación, sin agua y sin posibilidad de escapar o sobrevivir.
Es cuestión de tiempo, y sólo si es rescatado saldrá de esa. Por ello y para hacer más amena la espera, Richard empieza un diario en un cuaderno rescatado del bote. Escribir le ayudará a sobrellevar eso, dejando su historia para el que la encuentre en el peor de los casos. Su pasado es, por decirlo de alguna manera, políticamente incorrecto, así que tiene claro también que, en caso de ser rescatado, ese diario irá a la hoguera sin posibilidad de salvación antes de que nadie lo lea.
En este relato del día a día nos narra cómo empezó a vivir (o más bien sobrevivir) en su barrio de Little Italy. Siempre fue, digamos, un emprendedor, de tal ingenio que empezó a conseguir echar hacia delante evitando todo tipo de obstáculos. Eso lo llevó en gran medida por unos, digamos… oscuros caminos. Curiosamente, estos negocietes son los que le han llevado a la complicada situación en la que ahora se encuentra.
Desprovisto de ayuda real para salir de esa isla, Richard pasa los días con tan sólo unos cuantos galones de agua, un botiquín y suficiente heroína para colocar hasta las piedras.
La historia continúa narrando, día tras día, los progresos en la isla. El problema evidentemente es que en un trozo de tierra en medio del océano sin vegetación ni vida, la falta de comida es tu principal problema. Cada día que pasa, su instinto de supervivencia y el hambre se vuelven más agresivos. King nos va contando el horror de ese proceso en lo que, sin darte cuenta, te lleva a un estado de “ida total de la cabeza” en la que se muestra hasta qué punto puedes estar dispuesto a mantenerte con vida, sacrificándolo todo. Literalmente.
La historia acaba siendo de una crudeza que podría hacer plantearnos si seríamos capaces de realizar las acciones que el propio protagonista hace por sobrevivir. Al amparo de la heroína, uno se queda con la duda si no es esta droga la que termina por dominar sus últimas decisiones o es el mero instinto de supervivencia llevado a los mayores extremos.
Sin duda, un relato corto que debemos leer. Está narrado de una forma ágil y rápida, en la que se van viendo como cada día en el diario se van acortando los apuntes, para finalizar siendo febriles frases a medida que el delirio llega a un cuerpo marchito abandonado a la mano de dios.
Y a ti, ¿qué te ha parecido el relato de Stephen King?
Enlaces de interés
La página oficial de Stephen King recoge muchísima información suya y novedades. Como esta historia forma parte de una antología de cuatro relatos, abajo dejo en el enlace de afiliado de Amazon el libro completo, aunque puntúe aquí sólo El superviviente.
Si te gustan los relatos, puedes acceder a los que publico en la página de relatos, o en el reto de 52 semanas o incluso en el OrigiReto2019.
Encarna dice
Sin ser terror en sí, el relato es aterrador. Sin duda Stephen King es un genio, como hace que poco a poco nos temamos el peor de los desenlaces.