Barcelona, 1916. A sus veintisiete años, Frederic Mayol ha dejado atrás una vida cómoda en la esplendorosa Viena y la traumática participación en una guerra que sigue asolando Europa. Psiquiatra y seguidor de las teorías psicoanalíticas, se enfrenta a su futuro puesto en un sanatorio ubicado en un tranquilo pueblo pesquero cercano a Barcelona, un enclave perfecto para superar los horrores vividos en el frente.
Pero la clínica y sus alrededores no resultan ser tan idílicos como pensaba. Las sombras de un siniestro pasado se ciernen sobre los ángeles que decoran la fachada del edificio, como si quisieran revivir los acontecimientos que sucedieron en la casa siete años atrás, cuando el lugar era un prestigioso internado para jovencitas de buena familia que cerró sus puertas después de un trágico incendio.
Atrapado entre el anhelo de desvelar el misterio que se esconde entre los muros del caserón y el amor que siente por Blanca, una de las antiguas alumnas del colegio, Frederic deberá enfrentarse a una perversa historia de obsesiones y venganzas hasta llegar a una revelación tan sorprendente como desoladora.
Porque la verdad, aunque necesaria, no siempre supone una liberación; a veces incluso puede convertirse en una nueva condena.
Mi opinión de Los ángeles de hielo
Toni Hill es un escritor y traductor español nacido en Barcelona en 1966. Saltó a la fama con sus aclamadas tres novelas policíacas con el inspector Héctor Salgado como protagonista. No puedo hablar nada sobre esas obras, pues aún no las he leído, pero por lo que veo, tienen gran aceptación entre sus lectores. La novela que ahora nos trae, llamada Los ángeles de hielo, nos sumerge en un género similar, pero con tintes de thriller de suspense gótico, ambientando en los principios del siglo XX. El autor es licenciado en psicología, muy acorde con el hilo argumental de este nuevo libro, como ya iremos viendo en esta reseña.
Toni Hill es un escritor y traductor español nacido en Barcelona en 1966. Saltó a la fama con sus aclamadas tres novelas policíacas con el inspector Héctor Salgado como protagonista. No puedo hablar nada sobre esas obras, pues aún no las he leído, pero por lo que veo, tienen gran aceptación entre sus lectores. La novela que ahora nos trae, llamada Los ángeles de hielo, nos sumerge en un género similar, pero con tintes de thriller de suspense gótico, ambientando en principios del siglo XX. El autor es licenciado en psicología, muy acorde con el hilo argumental de este nuevo libro, como ya iremos viendo en esta reseña.
Como más o menos se evidencia de la sinopsis, el libro trata de un entramado de misteriosos y trágicos sucesos en torno a un internado ahora transformado en sanatorio mental. La obra está narrada entre varios puntos de vista de personajes de una forma un poco particular. Trataré de explicarme. La historia la inicia el doctor Freixas, el director del sanatorio donde gran parte del hilo conductor del argumento se desarrolla. El doctor la cuenta a modo de novela, narrando de la forma más literal posible la confesión de uno de sus empleados, el doctor Frederic Puyol, sobre una serie de sucesos que acontecieron alrededor de dicho sanatorio. Es un relato dantesco, lleno de luces y sombras sobre lo retorcido de la mente humana. Así pues, Freixas nos relatará parte de la vida de Frederic Puyol, concretamente su traslado de su originaria Viena hasta Barcelona, donde empezará a trabajar en ese sanatorio. Allí empieza a descubrir una serie de acontecimientos del pasado que le llevarán a descubrir un diario de la anterior dueña del internado, llamada señorita Águeda, que ocupaba el edificio antes de convertirse en el sanatorio. De esta forma, veremos como la novela se comporta de tres formas diferentes: la narración de Freixas, el relato de Frederic y el diario de Águeda.
Frederic Mayol es a todas luces el personaje principal de la novela. Tras vivir gran parte de su vida en Viena, la abandona para volver a España tras una lesión en la gran guerra desencadenada en Europa donde militará en plena contienda. Esta lesión le deja secuelas tanto físicas como un bagaje mental y anímico que lo acompañará hasta Barcelona. Allí encuentra un trabajo en una clínica psiquiátrica en un contexto de cambio en los cánones del mundo de la psicología, con un Freud en Viena revolucionando este campo. Es en este centro donde descubrirá la oscura historia del lugar. Anteriormente era un internado de jovencitas de clase alta, regentado por la señorita Águeda. Descubrirá también como esta historia se relacionará con una serie de asesinatos y extraños sucesos, a los que tratará de dar explicación. Por supuesto, no contaré mucho más para no chafarte la lectura en caso de que no lo hayas leído ya.
Sin duda, la obra de Toni Hill es un trabajazo de documentación. La ambientación en la Barcelona de principios del siglo XX es muy buena. El manejo de las clases sociales, los lugares y formas de actuar están muy logradas. Los ángeles de hielo es un thriller psicológico de tintes góticos muy ambicioso y completo. Pero quizá ahí es donde puede pecar un poco. Es tan extenso que le falta la tensión constante habitual en este tipo de géneros que te mantenga pegado a sus páginas. El libro es en ocasiones lento y denso, sobre todo al principio, donde parece haber más relleno que trama principal. Es cierto que la narrativa te pone en situación y en parte es entretenida. Pero mirándolo fríamente, evade en cierta manera el argumento principal hasta que llega a una parte en la que ya empieza a desarrollarse el verdadero desenlace.
No me malinterpretes. El libro me ha gustado, pero quizá se podría haber reducido quitando gran parte de zonas quizá demasiado extensas. La novela tiene bastantes personajes, con historias entrelazadas secundarias, pero sin gran valor para dicho desenlace final. Quizá ese extremado protagonismo de esos personajes hace que en ocasiones no sepamos exactamente quién es el principal, difuminado entre los cambios de narración en el tiempo, haciendo que la historia sea algo más compleja. Los oscuros pasados de cada uno y los traumas por resolver ocultan un poco el verdadero significado de esos personajes en la historia.
Eso sí, Toni ha conseguido hacer que en la novela dudes durante gran parte si el autor de los asesinatos y acontecimientos es realmente alguien de carne y hueso, o es motivado por un ente del más allá. Este es sin duda el gran juego de la novela. El mal está personificado por una figura siniestra sin rostro, que deja en vilo la posibilidad de que todo lo que sucede sea motivado por este ser sobrenatural, que afecta a los personajes. Mentes retorcidas, engaños mentales, aquí el thriller psicológico es donde pega un buen golpe sobre la mesa, salvando un libro que se deja muy bien leer y que, para mi gusto, ha merecido la pena en tiempo dedicado a él.
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Enlaces de interés
Puedes conocer más de Toni Hill en su web de autor de Goodreads, en su página de Twitter, en su cuenta de Facebook, o en su propia página web privada.
El libro está publicado por Grijalbo, siendo esta su cuenta de twitter, y esta otra su web oficial.
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