Esta es la historia de una búsqueda que arranca con el canto de los caracoles para viajar más allá del ocaso, de los huertos surcados por escarabajos de tiro, de los refugios de tormentas, los funcionarios simbióticos, los establos de las libélulas, los templos de cristal de los animistas, los círculos de dólmenes de los astrólogos, las cuevas de hielo siete y los bosques de helechos plagados de arañas gigantes.
La simbiosis como posible motor evolutivo es el gran descubrimiento implícito en Transcrepuscular, la última propuesta narrativa de Emilio Bueso y la primera entrega de una trilogía de ciencia ficción en la que pone en evidencia la visión etnocentrista del mundo que tienen los humanos asilvestrados. Bueso abraza el formato de la road movie, y en medio de una narración delirante, se sirve de sus personajes para mostrar diferentes estructuras sociales de explotación y denunciar los procesos de adoctrinamiento y supervivencia sobre los que asientan sus personalidades.
Reseña de Transcrepuscular
Emilio Bueso es un autor nacido en Castellón por allá en 1974. En 2007 arranca con fuerza en la escena de la ciencia ficción y el terror con varias novelas independientes, recibiendo varios premios por su obra. Obras como Noche Cerrada (2007), Esta noche arderá el cielo (2013) y Extraños Eones (2014) lo han terminado de consagrar como una importante figura en el mundo de la ciencia ficción, terror y fantasía de nuestros días.
Hoy hablo de Transcrepuscular, la primera parte de la saga Los ojos bizcos del sol, de la cual ya tenemos en el mercado este título y el siguiente, Antisolar. La tercera parte está por venir, aunque sin fecha. El inicio de la saga salió en Junio de 2017 bajo el sello de Gigamesh.
Esta novela de fantasía es a grandes rasgos una aventura típica en la que un grupo de protagonistas recorren un largo camino para llegar a un objetivo común. Hasta ahí no pasaría de ser un clásico de los libros de fantasía. La novedad llega con el mundo increíblemente original que Bueso ha inventado. Como se indica al final del libro y he visto en algún otro lugar, el propio autor lo define como una ambientación biopunk. Que acertado es el término. Esta se basa en una especie de distopía en la que los personajes conviven en simbiosis con organismos tan dispares como caracoles o moluscos adheridos a sus cabezas con una serie de apéndices y tentáculos. Con esto forman una unión que amplifica sus sentidos y funciones físicas, como si habláramos de una prótesis futurista en un auténtico mundo de cyberpunk. La locura del entorno es algo que Emilio consigue narrar con perfección. Cuando te das cuenta, estás sumergido en un mundo que a duras penas se puede contar y entender si no vas leyendo el libro.
Tras esta capa en la que nos planta en un universo tan peculiar, la historia se convierte en una clásica aventura de grupo desestructurado en el que ninguno de los componentes encaja entre ellos. Cada uno es totalmente distinto y sólo con ver la cuadrilla que se forma sabes que esto no puede llegar a buen fin. Una gobernante soberbia y estirada. Un astrólogo atado a sus ansias de conocimiento con ciertos rasgos de hechicero. Un villano totalmente chalado que habla a través de su guante a modo de títere (sí, ¡leer para creer!). Y en medio de todo esto, un alguacil que se ve arrastrado a seguir a este grupo en busca de una reliquia primigenia robada por unos misteriosos ladrones que deberán de dar caza. Delirante, ¿no? Esperen, ¡aún hay más!
En este mundo, el cual a veces cuesta imaginar, los protagonistas vuelan montados sobre libélulas, cabalgan encima de escarabajos acorazados y luchan dando ostias como panes. Se podría decir que todo está ideado de forma basada en nuestro mundo, pero con grandes diferencias difíciles de entender en ocasiones. Algunas expresiones también son inventadas, como las horas de caracol y los adjetivos como “putamente”. En el fondo, el lenguaje de Emilio es muy cercano, y en muchos casos verás que al fin y al cabo narra y muestra las cosas como son. A ostia limpia.
Sinceramente, creo que Bueso está como un cencerro, y es una de las cosas buenas de esta obra. Te introduce en un mundo de aventuras como nunca has visto. Es ciencia ficción en estado puro, creando un subgénero pocas veces visto. Entre otras cosas, en este libro he encontrado la escena de sexo más sórdida y extraña que he leído en mi vida. Es cierto que en ocasiones los textos son complejos y pesados de leer, pues crean este mundo difícil de explicar, pero si te dejas llevar, podrás disfrutarlo.
El mundo de Transcrepuscular es un lugar extraño, en el que una parte de la civilización vive saliendo de una especie de colapso. Parte de la tierra donde se crea la historia está renaciendo de las cenizas del pasado. Es un mundo un tanto distópico, amenazado por tormentas de las que hay que refugiarse si no quieres acabar con los pies por delante. A medida que esta “road movie” va avanzando, veremos otras civilizaciones que tratan de sobrevivir cada una a su manera. Emilio mostrará una jerarquía importante entre sus personajes. Hay clases obreras hechas para trabajar, gente agarrada a un estilo de vida estática y otras culturas primigenias que iremos descubriendo. Esta disparidad le da más riqueza a un mundo complejo por descubrir. En cierta manera es una especie de cyberpunk en la que las sociedades van sobreviviendo como pueden a los resquicios de vida que quedan en ese mundo, pero con una tecnología basada en la biología más que en la mecánica. Y no sólo eso, sino que el factor evolutivo para salir de esta situación está basada en la simbiosis con los elementos como los ya hablados con anterioridad. Es muy curioso. Por eso creo que merece la pena echarle un vistazo a esta obra.
Hablando meramente de la aventura en sí, durante un tiempo se me ha asemejado un poco a algún libro de Mundodisco, en concreto ‘¡Guardias! ¡Guardias!’. Esta similitud sin duda ha sido motivada por la figura del alguacil, que se ve sumergido sin comerlo ni beberlo en todo el follón de la aventura. Con resignación, le toca entrar en una espiral de acontecimientos sumamente entretenidos en toda la aventura que van recorriendo. Todo narrado con ese toque de humor “serio” hace que me recuerde a ese libro en concreto, con enormes diferencias en su contenido, por supuesto.
Resumiendo, estupenda novela de aventuras y ciencia ficción con un toque totalmente nuevo y descontrolado que va a ser un martirio para algunos, y una gran obra para otros. Hasta que no empieces con ella y veas si te pierdes o no, no sabrás en qué grupo estás incluido. Yo, desde luego, estoy en el lado de los que le gusta y seguirá con la segunda entrega.
Por cierto, este libro, como ya comenté, forma parte de una trilogía. Cada libro no es autoconclusivo, así que no esperes llegar al final y comer perdices. Como suele ser habitual, este primer episodio de la trilogía es para poneros en contexto. Hay que continuar con Antisolar para ver qué mas les depara al grupo de chalados que nos acompañan en esta disparatada aventura.
Enlaces de interés
Puedes encontrar más información de Emilio Bueso en su cuenta de autor de Goodreads. También tienes diponible la web de la editorial Gigamesh.
Por si quieres darle un poco la traca, esta es la cuenta de twitter de Emilio Bueso y esta su cuenta de facebook.
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